¿A quién no le gusta lo vintage? A pocos, y es que los equipos de antes, esos sí que eran obras de arte. La opinión de muchos es que los ochenta y los noventa, a nivel estético, han sido décadas perdidas para los tocadiscos y las radios. Se tendió a comercializar diseños futuristas, que pasaron rápidamente de moda. En cambio lo clásico y bueno rara vez pierde valor.
El problema es que cuando nos queremos hacer con uno de estos equipos vintage nos salen por un riñón. Además cuentan con piezas muy valiosas y raras, y una reparación te puede costar lo mismo que te costó el equipo. Por suerte, ahora se están comercializando unos modelos de tocadiscos que aparentan ser modelos clásicos, pero que tienen la esencia de lo moderno, para bueno, como para lo malo.
La marca Soundmaster se ha tirado de cabeza a este filón comercial del new vintage y lleva un tiempo comercializado varios modelos de tocadiscos con apariencia vintage pero con características técnicas modernas. Este modelo, el PL 186H, destaca por tener uno de los precios más competitivos del mercado y por ofrecer multitud de funciones: radio, tocadiscos, altavoces incorporado y salida RCA.
No es un mueble muy grande, por lo que no os robará mucho espacio en la casa. La mayoría de sus usuarios lo recomiendan por su portabilidad. Es un “todo en uno” perfecto para tenerlo de segundo tocadiscos. Además, sí lo que buscas es tu primer reproductor de vinilos, esta puede ser una buena opción.
Nunca nos dejará de sorprender la capacidad que tienen los fabricantes para crear equipos polivalentes. El mejor ejemplo de tocadiscos multiusos es este modelo de la marca dual, el NR 4 Nostalgie. Cuenta con un tocadiscos, un reproductor de CDs, radio, casette y una entrada USB lectora de MP3.
Lo mejor que tiene, sin lugar a dudas, es su diseño, imitación de tocadiscos antiguo, perfecto para combinar con muebles rústicos. Además la madera utilizada es de buena calidad. Su precio no es el más económico del mercado pero tampoco se podría llegar a considerar caro. Se antoja el adecuado si buscas que tu tocadiscos sea uno de los centros decorativos de tu hogar, porque de verdad merece la pena el diseño.
Crosley es sin duda una de las marcas más polémicas del mercado. Recomendarlos, o simplemente, nombrarlos conlleva provocar una lucha encarnizada entre coleccionistas. Por un lado, los que opinan que es una buena marca que ofrece buenas prestaciones respecto a calidad de audio, y por otro lado, los que opinan que sólo ofrecen un buen diseño pero poca cosa más.
Nosotros somos de los primeros, porque aunque es verdad que la marca ha tenido algún que otro patazo, a menudo relacionados con querer ofrecer modelos demasiado baratos, nos tenemos que quitar el sombrero con su nueva generación de reproductores. Sorprende la velocidad de tracción de su motor, constante, y no se notan demasiadas desviaciones en la aguja. Y sobretodo su movilidad. Son los reyes del mercado en ese aspecto. Un simple maletín que se abre y se convierte en un tocadiscos, y cuando se cierra, te da la posibilidad de irte con tu música a otro lado. Todo un lujo, para que vamos a engañarnos.
El diseño es interesante, siendo este modelo, Crosley CR6019A-BREU , uno de los mas sobrios, con el aspecto de maletín de cuero desgastado, perfecto para una casa con decoración vintage.
Una cosa es el vintage y otra bien diferente es la moda pin up. Lo uno no tiene porque ir necesariamente unido a lo otro. La cultura pin up, resumiendo el fenómeno, está relacionada con los rockers de los años 50, para que os hagáis una idea, como los de los protagonistas de la película Grease: mucha gomina, Elvis, Chuck Berry y coches americanos antiguos. En este fenómeno pensaron seguramente los de la marca Lauson cuando sacaron este modelo, Lauson CL139, una de sus ventas del año.
La opiniones de sus usuarios no pueden ser más positivas, con pocas pegas al respecto. Muy fácil de utilizar y con buena movilidad. Tiene Radio, Compac Disc, y lector UBS y de tarjetas. Qué mejor manera de terminar nuestro recorrido por lo vintage, que con esta nueva variante que imita las carrocerías de los coches antiguos pero con toda la tecnología moderna.