Una de las desventajas que tienen los discos de vinilo es su limpieza. Mantener en buen estado nuestros discos es una tarea que no debe de tomarse a la ligera. Hacerlo mal puede rayar, desgastar y estropear nuestra colección.
Los discos de vinilo son objetos muy delicados. El plástico con el que están hechos es muy propenso a acumular energía estática si no los escuchamos regularmente, así que tienden a acumular polvo muy fácilmente. Si al desgaste natural que produce la aguja del tocadiscos le sumamos el polvo que se acumula entre los surcos del disco, tendremos como resultado una reproducción de mala calidad, con muchos chasquidos. Por otra parte, si el polvo de cada surco se acumula en la aguja del tocadiscos, la calidad del sonido se verá todavía más afectada.
Para evitar esto, existen multitud de productos que nos ofrecen soluciones. Sin embargo, algunas no nos convencen porque no son tan efectivas como prometen. Además, la mayoría de esos productos contienen alcohol, que además de no quitar bien todas las motas de polvo que se acumulan entre los surcos, queman el plástico del vinilo.
Sin embargo, como ante todas las situaciones que se nos plantean en la vida, hay que pensar. A la hora de elegir el mejor método para limpiar nuestros vinilos, debemos valorar lo sucios que están. A nuestro juicio, hay distintas formas de hacerlo:
Podríamos decir que es el cuidado natural y normal de los discos. Se trata de pasar un paño antipolvo por encima de tus vinilos antes y después de ponerlos. Sirven también muy bien las toallitas de limpiar las gafas o los pañuelos de microfibra, puesto que no dejan restos al pasar por la superficie ni la rallan. Del mismo modo, no es aconsejable el uso de papel higiénico (porque raspa y deja restos), ni tampoco de cualquier paño que utilices para la limpieza de la casa. Podrías ensuciar mucho tus vinilos.
Como en todo, hay una forma barata, la ya dicha, y una cara. La cara es comprarte un kit de limpieza diaria. Sí es verdad que muchos de estos productos y herramientas no nos convencen, aunque hay uno que nos gusta mucho y vemos necesario. Un cepillo especial , que penetra entre los surcos del disco arrancando la basura incrustada. Existen también bastones de electricidad estática que atraen el polvo, pero este método es bastante friki, y no da muy buenos resultados.
A partir de este punto mojamos el vinilo. Y no es peligroso, ni implica ningún riesgo físico, siempre que sea con agua destilada. Lo que no es aconsejable para nada es mojarlo con agua del grifo, que puede tener cal o suciedad.
Recomendamos haceros con un líquido especial, elaborado específicamente para limpiar discos de vinilo.
También, existen máquinas limpiadiscos, que se encargan de limpiar cada vinilo y dejarlo como nuevo. Para ser sinceros, no recomendamos estos aparatos por la inversión de dinero que representan. La única manera de que te puedan salir rentables es si te dedicas a la compra y venta de vinilos de segunda mano. Una de las características de estas máquinas es que dejan los discos como nuevos, haciendo poco visibles la marcas de uso. De este modo, compras un disco viejo y le duplicas su valor.
Llegados a este punto, mencionamos algunas técnicas que si no se hacen con cuidado, pueden llegar a dañar tanto nuestros discos como nuestro tocadiscos.
La primera de ellas es limpiar nuestros discos metiéndolos directamente en el lavavajillas. Eso sí, sin agua caliente y con poco detergente. Es conveniente que pongáis pegatinas encima de las galletas para que no se despeguen ni se despinten las originales.
Otra técnica también muy conocida es limpiarlos con cola. Se trata de esparcir una capa de cola blanca por cada una de las caras del disco y dejarla secar. Después se retira, con cuidado de no dejar ningún residuo de cola en nuestro disco. Acerca de este método, comentar que aunque muchos hablan de que da muy buenos resultados, la verdad es que entran en juego varios factores que no hacen que sea del todo seguro. En primer lugar, el tipo de cola. Hay colas que pueden pegarse en exceso al disco y ser difíciles de quitar. Además, el modo de aplicación de la cola es importante, y de hacerlo mal puedes estropear el disco al quitarla de la superficie.
Este vídeo describe muy bien el proceso.
También, podemos limpiarlos con un líquido que podemos hacer nosotros en nuestra casa. Se trata de una fórmula muy sencilla de hacer y muy efectiva en cuanto a limpiar los discos. Necesitaremos:
– Agua destilada.
– Alcohol de tipo industrial. Es muy importante que no tenga grasas o aceites. (El alcohol etílico que venden en las farmacias tiene componentes abrasivos y ácidos, lo que lo hace no recomendable.)
– Detergente líquido de tipo no agresivo.
Se mezclan bien los tres componentes en un recipiente. Existen diferentes formas de mezclaros dependiendo de lo abrasivo que necesitemos que sea. En este enlace explican las distintas formulas. Una vez que tenemos el líquido, humedecemos un paño de algodón con este líquido, y limpiamos, siempre con cuidado, la superficie de nuestros discos. Cuando hayamos hecho esto, hay que secar el vinilo muy bien con un paño seco.